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El Carmen del Aljibe del Rey

Presentación de "Nuestra Sede"

Carmen del Aljibe del Rey

En la segunda mitad del siglo XI, el rey Badis Ben Habus, ordenó la construcción de un gran aljibe que sirviese para cubrir las necesidades de agua de una parte importante del Albaicín alto y la incipiente ciudad de Granada. Sus arquitectos encontraron el agua en el manantial de las lágrimas (Aynadamar), lo que ahora llamamos Fuente Grande, en Alfacar. Desde allí trazaron una acequia que llevó el agua hasta los altos de Cartuja y desde ese punto a un gran depósito construido en el interior de las huertas del sultán, junto a lo que más tarde fue, en época nazarí, el palacio de Dar Al Horra. Fue un gran aljibe, considerado el mayor de la ciudad, con 300 metros cúbicos de capacidad, con cuatro bóvedas y un brocal en su exterior para el uso de la población. Es el Aljibe del Rey.

Ahora, un milenio después, el histórico aljibe es el punto central sobre el que se construyó un bellísimo carmen granadino al que se le conoce como Carmen del Aljibe del Rey, un edificio reconstruido por el Ayuntamiento de Granada y la Agencia Albaicín, en los primeros años del siglo XXI (2002 a 2005) sobre las ruinas de un decimonónico carmen expropiado para evitar su caída y el deterioro del aljibe milenario

El Carmen, que en la actualidad es sede de la Fundación AguaGranada y el Centro de Interpretación del Agua, está situado junto a la gran plaza de Santa Isabel la Real (popularmente conocido como Huerto del Carlos), en la placeta del Cristo de las Azucenas, en el corazón del Albaicín alto, junto a la muralla Zirí que envolvía la zona norte de la ciudad de Granada. Es un edificio de color ocre, con una gran fachada cubierta de un entramado de parra virgen, en el que una humilde puerta a media altura, de madera remachada de grandes clavos, cierra la boca original del aljibe del sultán. Junto a ese imprescindible vestigio histórico, una gran puerta recuperada en la restauración de otro de los grandes cármenes granadinos, la Casa del Almirante, da acceso a la primera planta del inmueble.

Un típico patio granadino, con porche sustentado por columnas, con pilares, pilistras y  elementos de cerámica, da acceso a las dependencias de la Fundación y del Centro de Interpretación del Agua. Tres salas de exposiciones en las que se muestran objetos, paneles e imágenes de elementos históricos relacionados con el agua y la ciudad de Granada, una gran maqueta del Albaicín, planos y recorridos de los aljibes de la ciudad árabe.

Tras el zaguán y el patio, se abre un magnífico jardín con estanques y una densa vegetación que se asoma a los restos de la muralla Zirí. Es un jardín que se ha convertido en espacio para la conservación de elementos históricos, escultóricos y arquitectónicos que iban a ser destruidos en obras de reconstrucción y remodelación de otros inmuebles históricos de la ciudad. Columnas, bancos, mesas de piedra y pilares del Carmen del Negro, desmontados para la construcción del futuro archivo de la ciudad; piedras constructivas que han sido utilizadas como pretiles de dos estanques y una antigua alberca que preside el espacio ajardinado. Y un atractivo paseo entre grandes bloques de piedra, algunos de ellos tallados con inscripciones en latín, que son parte de las cruces y monolitos que formaban el Vía Crucis medieval que desde la ciudad discurría hacia la Abadía del Sacromonte, el centro de la vida religiosa de la Granada del siglo XVII.

Las losas situadas marcando senderos y caminos eran los antiguos mostradores de la pescadería del mercado de San Agustín;  los escalones son los antiguos bancos del Paseo de los Tristes. Capiteles, borlas, copas y adornos de piedra, proceden del Paseo de los Tristes y el Carmen de los Mártires.

En el jardín crecen limoneros, granados, membrillos y caquis, naranjos y laureles. En espacios semicirculares, rodeados del agua de un estanque crecen plantas de papiros. Es una alberca alimentada por el agua que mana de una fuente circular situada a pocos pasos, creada a partir de la base fragmentada de un molino de aceite y canalizada en un estrecho cauce de piedra.

Todo ello forma parte de un pequeño jardín francés de aire romántico, un tanto anárquico, en el que destaca el brocal de mármol de un viejo pozo recuperado de las ruinas del Caserío de la Merced. Es el elemento visual junto al que se celebran conciertos y eventos culturales que organiza la Fundación AguaGranada a lo largo del año, especialmente en la primavera y el inicio del verano, con ciclos ya consolidados en la ciudad como ‘Música en el Aljibe’ y ‘La Música y la palabra’

 

El Aljibe del sultán

Desde el jardín, junto al brocal del pozo se accede a un patio sobre el que se sitúa la verdadera joya del Carmen. Es el Aljibe Real de la Alcazaba, construido en la segunda mitad del siglo XI, hace casi un milenio. Conocido también como el aljibe del Rey Badis, fue el gran depósito para almacenar el agua llegada a través de la acequia de Aynadamar, que dio de beber a los vecinos del Albaicín durante siglos. Se puede acceder al interior de sus bóvedas a través de una empinada escalera adosada a la piedra, que abre la puerta de un mundo de historia y misterio.

La luz se filtra desde arriba por seis claraboyas abiertas en el suelo del patio. Inunda las cuatro bóvedas con arcos de medio punto y gruesos pilares de piedra de cal. Era el lugar donde se almacenaban 300 metros cúbicos de agua, que cada año era vaciado, limpiado, repintando de cal y cuidado al detalle para mantener la salubridad del agua. El aljibe se encuentra perfectamente conservado. Aún pueden verse algunas de las canalizaciones originales por las que llegaba el agua desde la acequia de Aynadamar al interior de las bóvedas del aljibe.

 

Leyenda del Martinico

En un extremo se observa el interior del brocal desde el que los habitantes del Albaicín, accedían libremente a extraer el agua que necesitaban, donde se asomaba a los niños y les contaban la leyenda del Martinico, el duende que habitaba las profundidades del agua y se llevaba a los infantes para siempre. Una fórmula mágica que evitaba que se acercasen a la boca del aljibe y pudiesen caer por ella.

Con la creación en el año 2007 de la Fundación AguaGranada, el Carmen del Aljibe del Rey se convirtió en la sede de esta institución creada con el objetivo fundamental de apoyar la cultura, el medio ambiente, la protección y divulgación de la naturaleza y todo lo relacionado con el agua y su historia.
Preservar la cultura del agua, trabajar por la conservación y el mantenimiento del entorno natural y el patrimonio de la ciudad es la clave de una fundación que enarbola la bandera de Granada y el Albaicín.

Autor del texto: Juan Enrique Gómez  (Director de Comunicación de la Fundación AguaGranada)

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